– ¿Qué ventajas tiene la depilación láser?:
• Permite la depilación definitiva
• Es un método rápido
• Es cómodo
• Permite tratar zonas amplias del cuerpo
• Permite tratar patologías relacionadas con el vello de difícil tratamiento como el hirsutismo
– ¿La depilación es definitiva?: Es definitiva, ya que el láser actúa matando el folículo. El poro posteriormente se cierra y no vuelve a salir vello. No obstante, si en algún momento el cuerpo genera más hormonas de lo normal, puede que aparezcan nuevos vellos, es decir, se reactivan folículos pilosos que estaban apagados.
– ¿Es cancerígeno?: No. Las longitudes de onda de los láseres que se usan en Dermatología y en Cirugía estética corresponden a luz visible e infrarroja, por lo que no son cancerígenos. No es un tratamiento abrasivo, está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration, agencia del Gobierno de EE.UU. que autoriza los procedimientos y equipos médicos, entre otras cuestiones).
– ¿Es doloroso?: La sensibilidad al dolor de cada persona es diferente, aunque generalmente no es más doloroso que la cera (a pesar de ser una sensación diferente). Se parece a la sensación de estirar una liga y dejarla caer en la piel en cada disparo o pulso.
– ¿Por qué se necesitan varias sesiones?: En el ser humano el vello crece en ciclos, pero no todos los vellos tienen el ciclo en la misma etapa de crecimiento, no están sincronizados: en un momento dado hay cierta cantidad de vello que está en crecimiento o anágeno (este es el vello sensible al láser), hay cierta cantidad de vello que paró su crecimiento y comienza su involución o catágeno, hay cierta cantidad de vello que está por caerse o en telógeno y hay folículos que no tienen pelo visible pero que están en reposo, por ahí durante muchos años. Y esto depende de la zona del cuerpo y de la influencia hormonal en esa zona. En cada sesión, el láser destruye sólo los vellos que están en crecimiento, por eso es imprescindible hacer varias sesiones a intervalos regulares para poder alcanzarlos a todos, cuando empiecen a crecer y por eso es necesario hacer un mantenimiento de 1 o 2 sesiones anuales, una vez finalizado el tratamiento para alcanzar a esos vellos que se encuentran en reposo durante años.
– ¿Cómo debo venir para la primera sesión de láser?: Para depilarse con láser debe venir con el pelo rasurado con afeitadora al ras 2 o 3 días anteriores (2 O 3 ml de largo ideal) o después de:
• 2 a 3 semanas de haberse depilado con cera
• 4 días de la depilación con cremas depilatorias
• 1 día del rasurado con máquina de afeitar.
• 15 días de haber tomado sol (Bajo Previa Valoración).
Antes del tratamiento no utilice cremas cosméticas la noche previa al tratamiento, ni tampoco ese mismo dia.
– ¿Cuándo se caerá el vello depilado con láser?: El vello cuya papila sufrió el efecto térmico del láser se caerá a los 15-20 días.
– Mientras tanto, ¿cómo manejo el vello que crece?: Entre tratamiento y tratamiento, puede cortarse el pelo con una tijera, rasurarlo o con crema depilatoria. Nunca más hay que usar los métodos de depilación por arrancamiento (con cera o epilady o pinzas), ya que estimula el crecimiento, este consejo sobre todo es importante para las personas que tienen vello muy grueso o que tienen problemas endocrinológicos.
– ¿Qué cuidados debo tener con la piel después de la depilación?: Usar protector solar durante 7 – 15 días. Evitar concurrir a la playa los cinco primeros días después de la depilación. No se deben realizar exfoliaciones químicas (peeling) ni mecánicas (pulidos corporales) durante 3 o 4 días. El primer día evitar colocarse cremas cosméticas o desodorantes.
– ¿El tratamiento se puede realizar a partir de cualquier edad?: El niño debe ser mayor de 8 años ya que tiene que dejarse los anteojos protectores puestos durante la aplicación del láser.
– ¿Mujeres embarazadas pueden realizarse el tratamiento? Las embarazadas no pueden hacerse láser. El láser no es teratogénico, aunque de igual manera las reglamentaciones médicas internacionales nos informan que las embarazadas no deben recibir ningún tipo de medicación o procedimiento médico que no sea imprescindible para su salud o la de su bebé